Por una parte, introdujeron emisores de olor que, por ejemplo, nos permitían "según andábamos por una jungla, oler la flora". Por otra parte, también se contempló un proyector, que emitiría imágenes en nuestro entorno, de manera similar a la tecnología IllumiRoom de la propia Microsoft.
Otras ideas fueron paneles táctiles, cámaras y altavoces, las cuales, tras pruebas de testeo con el público, fueron descartada.
Microsoft prefirió centrarse en lo que sucedía en el televisor, ya que prefiere que los jugadores "estén inmersos en la experiencia que sucede frente a ellos". Eso, durante el proceso de creación de mando, Microsoft invirtió más de 100 millones de dólares en finalizarlo.
Xbox One debuta en cuestión de días, este mismo viernes 22 de noviembre de manera internacional, y llegará junto a Kinect, a un precio de 499 euros en territorio español
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